A los 22 años viví un momento muy difícil en mi vida; durante un semestre estuve totalmente sin trabajar ni estudiar; aun seguía inscrito en la universidad; sin embargo no me fue posible pagar el semestre; estaba en una universidad privada; y mi padre; quien me apoyaba no tomo las mejores decisiones para continuar haciéndolo; ese semestre estuve estudiando para recuperarme de alguna materia que tuve que hacer extraordinario; en verdad no le entendía nada; pero ese semestre el maestro David me asesoro; y me ayudo tanto para continuar y seguir adelante; de alguna manera podía ver mi gran necesidad por continuar mis estudios.
En ese entonces una novia que tuve me apoyo muchísimo; en todos los aspectos, emocionales e incluso alguna vez me presto para poder continuar; lo cual hasta la fecha se lo agradezco; ella me ayudo a acercarme al maestro David e impulso mi vida para mejorarla.
Al final del semestre logre remontar esa materia que tenia atrasada y poder continuar adelante con mi vida. Solo me quedaba un semestre. Al llegar en verano mi padre se molesto mucho porque le comentaron que yo me la pasaba con mi novia y que no estudiaba; imagínense como me sentía que después de todo el esfuerzo que había hecho para lograr salir adelante que me reclamaran eso; fue entonces que descubrí que había intrigas detrás de todo eso. No cedí y refute con justicia los argumentos; fue entonces donde me corrió injustamente mi padre de la casa.
Me salí, y le pedí la ayuda a un amigo que me recibiera; a la semana ya tenia un departamento. Reconociendo el riesgo ya había tomado mis medidas para ahorrar. Mi papa a los días me pidió disculpas y me solicito que regresara; pero decidí no hacerlo; me salí de mi casa para precisamente continuar una vida digna; una solución muy difícil tuvo que se tomada; y solo quienes lo llegan a vivir podrán reconocer lo difícil que es mantenerse con justicia y dignidad; mantener una linea de respeto y reconocimiento con seguridad de lo que es necesario hacer. No reprocho nada de lo que paso; y también reconozco que pude haber negociado mas; parte del aprendizaje que hoy reconozco y que me permite tomar mejores decisiones; pero esta solución difícil es precisamente un paso que me logro proveer los retos para aprender precisamente eso.
Cuando empece en la industria aeroespacial a trabajar; un compañero imprudente e impertinente me señalo como una persona que jamas había sufrido; y a decir verdad; es cierto; no he sufrido; he aprendido. Me di cuenta que como yo hay millones; personas que viven momentos difíciles en su vida y que toman decisiones que aparentemente son radicales; pero en verdad son la solución difícil.
Mi bisabuelo; Guillermo Gonzalez, salio a los 14 años de la hacienda en que vivía en Jalisco; dejando a mi tatarabuela sufriendo; todo en medio de la Revolución Mexicana; salio a trabajar para su padrino en Michoacan; y cuando su fe lo llamo a la lucha; ayudo a los cristeros; mi bisabuelo siempre tomo la solución difícil pero justa; enfrentando los riesgos; viajo a Baja California y se estableció en Ensenada. Mi abuela tiene mucho de el; saber luchar y siempre ha sido un gran ejemplo de audacia y trabajo; ha respondido a la vida con mucha voluntad; y su corazón refleja su actitud. Una mujer completa; justa y pionera en muchos sentidos de la igualdad de genero; con su ejemplo.
Una solución difícil siempre va a ser la mejor muchas veces; porque cuando las situaciones nos acorralan; siendo invadidos en nuestras personas, nuestras decisiones y sobretodo en nuestra libertad; el espíritu humano logra reponerse y salir adelante; aun cuando te quedes en la calle; y aun cuando no tienes nada; porque la tenacidad y la audacia; pero sobretodo esa decisión de tomar la solución que parece difícil nos hace madurar y reconocer lo que es necesario hacer para salir adelante; trabajar, estudiar, dialogar o cualquier que sea.
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