Cuando tenia catorce años tuve una noción de una felicidad invulnerable en la cual ningún problema era grave bajo un concepto de analizar el lado bueno de lo que acontecía. Hice mi propio concepto básico y me puse a escribir durante 2 semanas sobre el libro que deseaba concluir el cual llamaría "La invulnerabilidad de la felicidad"; un concepto que cree para ayudar a las personas a ser felices.
Con el paso de los años me he dado cuenta que he perseguido este concepto desde entonces y que creo haber encontrado apenas a finales del 2014; inspirado por un libro de Rick Warren llamado la vida con propósito. Y en cierto sentido es toda la razón que debemos tener para vivir; el estar buscando servir y servir a través de los dones que nos han sido conferidos.
Te vuelves invulnerable cuando entregas tu vida a la consecuencia de la humildad y de todo lo que conlleva muchas veces actuar con una alta moral; donde instintivamente a veces las tentaciones de la desesperación, la impotencia y la injusticia nos provocan para llevarnos a la ira y la decepción.
Escuche decir una frase; si se portan mal conmigo yo puedo portarme peor. Por el contrario; debemos de demostrar nuestra calidad moral ante los embates de la vida; debemos de contemplar el error y la calumnia como una prueba de fortaleza y de entrega a lo que haces. Cuantas personas no han sido culpadas de cosas que no merecían castigo o calumniadas; Jesus; Isaac Newton; Nikola Tesla; todos ellos grandes lideres de nuestro mundo; ejemplo de como un momento de amargura nos puede lastimar e incluso llevarnos a la muerte; pero la humildad prevalece en la verdad que jamas podrá ser vencida.
Volvernos invulnerables es desde un punto de vista religioso tenerle confianza a las decisiones de Dios y desde un punto de vista agnóstico tener confianza en la humildad. Cuando solo te dedicas a servir ya sea en tu trabajo, en una asociación, en algún proyecto o a la humanidad no hay nada que impida que tu felicidad se propague; porque la originalidad prevalece siempre; no hay un beneficio personal en el servicios; sino colectivo; y debemos de reconocer que aun cuando el colectivo a veces se puede equivocar; debemos de seguir adelante tocando puertas; leales al propósito de la vida.
El egoísmo; egocentrismo y la autocomplacencia tienden a personalizarlo todo; cualquier problema es personal; porque a mi? porque yo? no me merezco esto o aquello; o soy el mejor en algo. Eso solo nos lleva hacia la infelicidad. Y repito como ya he escrito de esto en otras ocasiones; no hay nada mas personal o beneficioso para una persona que el servir; todo es en beneficio de lo que somos; de lo que hacemos y de lo que nos define.
En un cierto sentido cuando lo pierdes todo; que usualmente es todo lo material; no importa; y si pierdes la vida; que honor hacerlo porque serviste. No hay nadie en esta vida que le entregues algo de ti que no sea algo reciproca; nadie; todos tenemos un corazón abierto para ayudar al menos en algo. Por eso México es uno de los países con mas gente pidiendo en las calles ; ayudamos siempre.
Así concluyo que lo único que nos puede evitar el dolor de las criticas, la envidia o la injusticia; es el propósito de entregarte en el servicio de lo que haces; concentrándote y realmente haciendo lo que tus dones y talento pueden aportar a esta vida.
Es un placer escribir para no solo ayudar; sino aprender cada día de los retos que tenemos adelante; poniendo nuestra fe en la humildad y el servicios; y para los creyentes como yo; en Dios sobretodo.
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