La igualdad no es sencilla de definir para la mayoría; incluso a veces tratamos con condescendencia a quienes en primera instancia no tenemos el deseo de ofender; e incluso nuestra falta de educación nos hace ofender a las personas sin saber si quiere que es lo que se esta provocando.
Los prejuicios nos provocan precisamente el perdernos de conocer a personas maravillosas solo porque creemos que son inferiores, que su enfermedad es contagiosa, que no tiene nada que proveer o mejorar en nuestra vida; pero es todo lo contrario; cuando una persona vive sin prejuicios y vive el presente esta dispuesta no solo a vivir su vida sino a compartirla.
Ver la vida sin prejuicios implica ver el ser primero que las diferencias; implica actuar con seguridad, tranquilidad e integridad; una visión que desde hace siglos debió haber prevalecido por encima de todo. No podemos ser tan burdos y seguir pensando en base a los prejuicios absurdos que no han enseñado todo una vida. Viendo a los demás con curiosidad ignorante; como un extranjero y hacer preguntas absurdas sobre su cultura. Es por eso que debemos primero escuchar y si la curiosidad es tan grande hacer las preguntas adecuadas; como de donde viene; como es; que sabe el de nuestra cultura o de nosotros. Esto no solo aplica a los extranjeros sino a todos; al tratar a una persona incluso enferma o indigente que son los mas indefensos de nuestra sociedad los debemos de ver con una voluntad para acercarlos a una vida digna; ya sea con nuestra compañía, enseñanzas o ayuda a sacar su vida adelante con un trabajo.
Podemos hacer mucho cuando no tenemos prejuicios; y sin duda alguna ; podemos vivir mucho mas felices. Al ver a una persona debemos de ver sus ojos, su alma; quienes son; no su nacionalidad, su color, su forma de hablar o su forma de caminar; es un absurdo que ha provocado el genocidio mas grande en la historia; la esclavitud y los crimines contra la humanidad.
Vivir con igualdad es vivir sin etiquetas; es por eso que yo mismo reconozco que en el pasado me equivoque; nombraba a señores o señoras por su nacionalidad o forma de verse; aun cuando es cierto y no dejan de ser de cierta nacionalidad o raza el etiquetarlo denigra su persona ya que desconoce a la persona detrás de esa etiqueta; pluraliza al individuo provocando estragos sobre su persona; sobre algo tan individual como el mismo. Para facilitar esta manera de pensar debemos de tratar a las personas como a un hermano, a un pariente o un amigo; no creo que etiquetemos a nuestros familiares y conocidos; aun haciéndolo de cariño aseguro que muy probablemente en algún momento no le ha gustado su apodo o "etiqueta".
Hoy puedo decir que he aprendido; y no solo eso; busco que los demás en mi familia, amigos y conocidos comprendan el trasfondo de eso que incluso a nosotros como sociedad, región y nacionalidad nos afecta a nivel personal. Cambiemos y reconozcamos al ser por lo que es; humano; uno de nosotros.
Comments
Post a Comment